El segundo canje de deuda por naturaleza que hizo Panamá, fue
formalizado el 23 de agosto de 2004 mediante la firma del Acuerdo de
Conservación de Bosques, entre los gobiernos de Panamá y de los Estados Unidos
de América conjuntamente con la organización The Nature Conservancy (TNC),
creando así el Fondo para la Conservación del Parque Nacional Darién[1]
o Fondo Darién. Este Fondo tiene como propósito contribuir a la conservación,
mantenimiento y restauración de los bosques del Parque Nacional Darién (PND)[2]
y su zona de amortiguamiento. La máxima autoridad del Fondo Darién es el Comité
de Vigilancia (CV), formado por tres miembros permanentes: el Gobierno de los
Estados Unidos de América, representado por su Embajada en Panamá, el Gobierno
de la República de Panamá, representado por los Ministerios de Economía y
Finanzas y de Ambiente y The Nature Conservancy y, dos miembros temporales PAN
AMCHAM y FUNDES. El Secretario del Comité, que recae en la Fundación NATURA.
Actualmente, el Grupo para la Educación y el Manejo Ambiental Sostenible
(GEMAS) ejecuta el Proyecto “Plan de Implementación 2013-2016 del Plan
Estratégico del Fondo Darién”, que surge ante la necesidad de hacerle frente a las amenazas, que están atentando
contra la integridad y el funcionamiento de los ecosistemas del Parque Nacional Darién y la biodiversidad global presente en esta área,
entre ellas: avance de la frontera agrícola, la ganadería extensiva, la caza
indiscriminada y la contaminación con
aguas servidas. Por lo antes expuesto, el proyecto tiene como objetivo contribuir a la
conservación, mantenimiento y restauración de los bosques del Parque Nacional
Darién (PND) y su zona de amortiguamiento, teniendo como pilares tres componentes
estratégicos, que están orientados al desarrollo sostenible comunitario en el PND
y su zona de amortiguamiento; la conservación y resalte de los valores
ecológicos del área protegida y la creación de instancias de apoyo que permitan
la toma de decisiones para la protección, conservación y sostenibilidad de esta
área protegida.
[1]
Establecido mediante el decreto ejecutivo No. 21 de 7 de agosto de 1980 y
declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la
Cultura (UNESCO), en 1981 como Sitio de Patrimonio Mundial y en 1983, como
parte de la Reserva de Biosfera Darién.
El PMOC se desarrolla mediante
el monitoreo de indicadores, que para el jaguar es la densidad de población (Nº
de ind/100km2) y la densidad relativa de especies lo cual nos
registra la abundancia del jaguar y la disponibilidad de sus presas en el área,
respectivamente. En el caso de los bosques semicaducifolio y caducifolio se están
utilizando como indicadores el número de especies de anfibios y de familias de las
abejas de las orquídeas; ambos permiten conocer el grado de conservación de
bosques. Para el águila harpía, el indicador monitoreado es el número de presas
que refleja la condición para la sobrevivencia de la especie, mientras que para
el ecosistema lótico (ríos) el número de insectos acuáticos, permiten conocer
la calidad ecológica de fuentes de agua dentro de los bosques.
Entre los r principales resultados del 2014, se registran:
· Para el jaguar una densidad de 1-3 individuos/100 km2,
además de 29 especies de mamíferos en peligro de extinción (puerco de monte,
tapir, oso caballo gigante, y otros).
· La presencia de un nido activo de águila harpía con un juvenil de
aproximadamente 2 años.
· La abundancia de presas principales del jaguar y el águila harpía (ñeque,
conejo pintado, saíno, puerco de monte, perezoso de dos y tres garras, y el
mono aullador), parecen indicar que los hábitats en la serranía de Pirre
muestran un buen estado de conservación.
· El registro de una alta riqueza de anfibios (39 especies) y abejas de
las orquídeas (36 especies), así como los excelentes índices de la calidad ecológica
del agua dentro del PND, muestran el buen estado de conservación de los boques
en el área de Pirre.
Los análisis de los resultados del monitoreo de
indicadores de los OC en el 2014, en su conjunto, demuestran el buen estado de
conservación en que se encuentra el área de Pirre. Sin embargo, comparando los
resultados de monitoreo de los años 2012 y 2014, con respecto a la abundancia
del jaguar, se sugiere que varios de los individuos registrados en el 2012 (4
jaguares) fueron
cazados y las áreas vacantes fueron sustituidas por nuevos individuos. Por lo tanto, la práctica de actividades humanas no
sostenible, como: la cacería de subsistencia, la tala y la extracción selectiva
de especies, en la zona de amortiguamiento del parque debe ser disminuida para
evitar efectos negativos en la biodiversidad en el área del proyecto. Esta
tarea requiere de la información, para
desarrollar estrategias que permiten fortalecer las capacidades comunitarias e
institucionales y tomar decisiones para trabajar en pro de mantener o mejorar
la condición de la Serranía de Pirre.
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